Nieve

Además de la mesa que sostiene las dos tazas de café; hay otra mesa con objetos que parecen haber sido tomados de una feria de juguetes antiguos; una cajita de música sin bailarina, una armónica con las tapas pintadas de los dibujos animados de Disney, un yoyo, un carrito amarrado a un cuasi invisible hilo de nylon, un proyector de fotos en miniatura, un caleidoscopio, un pito, una bola de cristal con un pueblito construido en su interior. Cuando se agita la bola, aparece la nieve suspendida que cae lentamente sobre los techos de las casas. Maya puede quedarse horas mirando el espectáculo, y cada vez que la gravedad lo termina, ella da de nuevo el golpecito necesario para comenzar de nuevo y observar ese maravilloso caos en miniatura, cada partícula en descenso, armonizada con el descenso de las otras partículas, como si hubiese un tipo de comunicación; un código para no chocar y dar la impresión de conjunto.

Commentaires

dmmenesesr a dit…
Rafa
Es bueno saber que sigues escribiendo.
Lucía a dit…
Qué bonito y nostálgico el sonido aquel de la cajita músical sin bailarina.
Nuestra mamá tenía una donde guardaba sus aretes, siempre me gustaron esas cajitas era como abrir un carrito de helados, aunque no me gustaran los helados. (jajaja)

Te quiero mucho.

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